Cómo hacer trabalenguas para niños

Los trabalenguas son una forma muy útil de desarrollar el lenguaje en los niños. Su extensión corta y el uso de sonidos repetitivos con palabras no tan fáciles de decir juntas retan la habilidad de los pequeños para expresarlas claramente.


Los trabalenguas también sirven para crear un ambiente divertido y un momento de buen humor en el aula, pues en la mayoría de los casos las equivocaciones dan lugar a frases graciosas.

Sin embargo, encontrar el trabalenguas relacionado precisamente con el tema que buscas puede ser algo complicado. Es momento entonces de hacer tu propio trabalenguas. Para hacer uno, lo primero que tenemos que definir es el tema. Para nuestro ejemplo, tomaremos el de los animales. Luego elegimos que letra es la que queremos reforzar, que en nuestro caso será la "t". Ahora. afloja el cuello y dale libertad a tu imaginación. Puedes hacerlo buscando cierta rima y ritmo, e inspirándote, por ejemplo, en cuentos infantiles (nosotros nos inspiramos en "El patito feo").

"El pato tato tiene tuto
¿Dónde está el pato tato?
Tomando teta, dando tumbos."



La estrofa es de sólo tres versos, suficientes para que los niños puedan aprendérsela. Ten en cuenta las edades de tus niños y las letras que debes trabajar con ellos para establecer la longitud y dificultad del trabalenguas. Si es posible, primero ensáyalo con tus hijos o sobrinos en casa, para asegurarte que sean accesibles y sobretodo divertidos para ellos. Con tres o cuatro trabalenguas será más que suficiente.

En clase también puedes usarlos para reforzar los tonos de voz: alto bajo, rápido, lento, etc. Y si están acompañados de movimientos corporales simples, mucho mejor.


Imagen: LaVerdad.es

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