Cómo convencer a un niño pequeño para que use gafas o lentes

Si tu hijo no rinde de manera adecuada en el jardín, se tropieza con frecuencia, se queja de dolores de cabeza o mareos o no tiene ganas de comer, lo más probable es que necesite una ayuda visual.
Eso sólo lo te lo podrá decir el oculista. Si te lo indica así, lo mejor es hacerlo; si lo prefieres consultando una segunda opinión de otro profesional de la misma especialidad.

No hacerlo podría ser peor, pues el malestar en tu hijo aumentaría. Pero esto no tiene que ser una mala noticia para él. El oculista te indicará algunas pautas para iniciar a tu hijo en el uso de los lentes o gafas; aquí algunas de las nuestras:

Puedes darle a que elija los anteojos del color y modelo que más le gusten. Haz de este momento un juego, en el que tu hijo se divierta eligiendo. Hoy existen muchas alternativas especialmente pensadas para los más pequeñitos.

La imagen de los lentes relacionada con niños retraídos o marginados no es la de antes; todo lo contrario. Muéstrale a tu hijo como algunos superhéroes los usan, o también en dibujos y series infantiles; incluso recuerda familiares o amigos suyos y tuyos que sean alegres o que el admire y que usen gafas, como referencia del tipo de personas que las utiliza.



Prefiere los hechos de carey, ligeros y delgados pero resistentes. Una vez que los recibas, revisa sobretodo que no hiera la parte superior de las orejas, que no presione excesivamente el tabique nasal, que estén derechos y que no se deslicen fácilmente del rostro.

Nunca busques a algún sobrino o pariente cuya medida se le asemeje, para que le preste sus lentes a tu hijo. Dale unos nuevos y hechos exactamente a su medida. Así los verá como hechos especialmente para él, además de evitar mayores problemas visuales.

Sigue y repasa con tu hijo las instrucciones del especialista.

Foto: BBGR

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