Las nuevas versiones de los cuentos infantiles: entre la adaptación y la alteración literaria

Todos hemos disfrutado de pequeños escuchando o leyendo historias de seres mágicos, castillos encantados y grandes aventuras. Eso hace que una de las experiencias más gratificantes sea ver a nuestros hijos asombrándose con esas mismas historias, ya sea cuando se las leemos a la hora de dormir, en la tele, en el cine o cuando la lectura se convierte en una aventura personal para su encendida imaginación.


Pero, ¿son realmente las mismas historias? ¿No hemos percibido acaso algunos cambios en ellas al compararlas con las que nosotros recordamos? ¿El gigante sólo descubría a sus hijas en el lugar equivocado, o las molía a garrotazos pensando que eran Pulgarcito y sus hermanos? ¿Cenicienta era sumisa y tímida, o como una de sus versiones actualizadas más valiente e ingeniosa? ¿Gedeón y Juan eran un zorro y un gato, o un oso y una comadreja en las aventuras de Pinocho? ¿La abuelita de Caperucita Roja se esconde en el ropero o es devorada entera por el lobo?


Estos son sólo algunos ejemplos de las muchas variaciones que se pueden ver en los cuentos infantiles tradicionales. La controvesia está en hasta dónde son razonables o justificables estos cambios. Una buena razón sería la violencia mezclada con historias inocentes en sus páginas. El problema está cuando se va más allá, alterando el desarrollo de los hechos de tal manera que se hacen poco creíbles, insertando parches narrativos que no guardan la hilación de la historia.





O pero aun: cuando escuche la versión original, no la reconocerá ni menos aun reemplazará por la versión libre que asumió como única y real; por lo menos le creará confusión.


La calidad del relato pierde así toda la magia que los inspiró al ser creadas como tradiciones orales, afectando su valor literario. Lamentablemente a la literatura infantil no se le está brindando el cuidado que merece e incluso se estaría demostrando una falta de consideración hacia ella y la importancia que tiene en el aprendizaje de los niños.


Por eso, cuando elijas cuentos infantiles para tu hijo, tómate un tiempo para darles una leída. Así estarás garantizando que tu hijo lea ediciones de calidad para que considere a la lectura como su compañera inseparable de toda la vida.

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