Van desde las maneras más inocentes de llamar la atención en los niños, hasta las que nos exigen infinita paciencia, firmeza y seriedad. Todas ellas tienen en común ser expresión de lo mucho que representas en la vida de tu hijo, pero en algunos casos es necesario poner las cosas en claro antes que todo se salga de control.
Aquí algunas de las muchas cosas que hacen nuestros hijos para hacerse notar.
1. Lanzar cosas al piso… una y otra vez
No importa lo que haya a su alcance. Dependiendo de sus niveles de frustración, puede coger literalmente lo que sea, desde un lápiz hasta un florero.
2. Berrinches y contorsiones en la calle
Tu hijo realiza movimientos imposibles en plena vereda, justo cuando estás tarde y todo el mundo los mira. No queda otra que dejarlo hacer hasta que se agote.
3. Jalarte la ropa desde abajo
“Estoy aquí abajo” parece decirte. Si tienes en cuenta su punto de vista, como viendo al cielo, lograr que bajes la vista hacia él lo hará el más dichoso de los mortales.
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4. No comer o demorarse una eternidad en hacerlo
O comer aquello que les has dicho que no coma (¿recuerdas la escena del helado en Kramer vs. Kramer?). La comida es una herramienta muy eficiente para llamar la atención, precisamente por la importancia que tu hijo ve que tiene para ti.
5. Llamarte para que “veas algo” en su habitación
Lo más probable es que no haya nada que ver. Solo quiere saberte cerca cuando estás haciendo otra cosa, sin él.
6. Esconder tus zapatos, aretes, cartera, ropa…
Simplemente no quiere que vayas al trabajo nunca más. No podrás salir sin zapatos o cartera, así que se encarga de esconderlos donde sea. A veces lo hará tan bien que deberás ir en sandalias.
7. Contarte historias fantásticas
Con tal de tener tu atención por un momento, será capaz de contarte sus hazañas en la isla del calabozo o sobre todos los robots malos que eliminó en el planeta Nicomedes.
8. Interrumpir a su hermano menor
Es propio de la edad pensar en uno mismo. El que su hermanito esté hablándote o jugando contigo en ese momento solo representa un estorbo. El único con derecho a hablarte y a tener tu atención es él. Oportunidad para poner los puntos sobre las íes.
9. Traerte mensajes de amor en un pedazo de papel
“Tengo que mostrarle cuánto la quiero, para que me abrace y me diga cosas bonitas”. Dicho y hecho, ¿verdad? Sencillamente irresistible.
10. Exagerarlo todo
Se golpeó la rodilla con la mesa. Entonces empieza una escena magistral de teatro protagonizada por un artista shakespeariano de Broadway.
11. Cantarte cuando estás leyendo en la cama
Llegaste del trabajo y estás agotada. Una buena lectura te reduciría el estrés, a menos que tu pequeño decida darte la bienvenida con una linda canción. Mejor espera que se duerma para leer.
12. Llamarte para que lo encuentres, ¡a que no puedes!
Él no solo espera que lo encuentre, sino que al hacerlo le obsequies una breve sesión de maternales cosquillas, besos y abrazos.
13. Amenazarte con golpearse la cabeza con la puerta
Con tal que no pase de las amenazas, no es más que una anécdota. En estos casos si ponte seria. Eso no es gracioso.
14. Gimotear y llorar hasta que hagas algo al respecto
Si actúa así, es que antes ya hiciste algo al respecto, y no fue precisamente lo mejor. Esta vez, explícale que podría pasar si llorara porque realmente algo le molesta o le duele, tal vez no le creas entonces.
15. Te cuelga el teléfono por el que estabas hablando
Por más importante que sea la llamada, respira profundamente. Indícale que le atenderás luego de la llamada, que te respete a ti y a la persona que está al otro lado de la línea.
16. Te lanza un avioncito de papel
Lánzalo de vuelta… ¡con otros cinco!
17. Decoró su habitación con témperas
¡Ah, los niños!, ¿lindos, verdad?
18. Abrazarse a tus piernas sin soltarte por nada
La escena del papá arrastrando los pies con su hijo aferrado a una de sus piernas se repite en miles de hogares, no solo en el tuyo.
19. Saltar al medio de una reunión de tus amigos
Bueno, a nadie le gusta que lo manden a su cuarto sin haber hecho nada malo. Es mejor conversar con tu hijo avisándole que vendrán amigos a la casa. Incluso podría participar unos momentos para socializar.
20. Pintar tu espejo con lápiz labial
No lo tomes a mal, solo es que ha descubierto un nuevo tipo de crayola en tu cartera. No dejes tus cosas a su alcance, en especial el espejo, que podría romper.
21. Chupar un plumón resaltador
Casos como estos hay hasta en las películas. Va a necesitar una visita al pediatra con seguridad, pero no será nada que una buena receta médica no pueda remediar.
22. Amenazarte con alguna medida radical si no le haces caso
Preocúpate, dependiendo de los antecedentes de tu hijo cuando se trata de amenazas. Pero antes de eso, analiza por qué es que actúa así. ¿No será que ya van varias veces que lo ignoras o desairas?
23. Morder a un amigo en el brazo
Definitivamente captará tu total atención. Pero estos casos extremos reflejan una triste realidad: menos le importará el tremendo castigo que se le viene, que tu indiferencia. Nuestros hijos son también nuestros síntomas.
24. Echarle arena a su amigo en la playa, mientras te mira
Es plenamente consciente de que lo que está haciendo está mal. Como en muchos de los casos anteriores, es precisamente por eso que lo hace. Esa miradita lo confirma.
25. "¡Mamá, por qué no me haces caso!"
Al grano. ¡Habríamos empezado por aquí! Si tu hijo te dice esto a la primera, te entregará el mensaje de manera directa, sin sutilezas. Hazle caso, ¡no esperes que te mande las otras 24 señales!
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