El origen no tan inocente de cinco canciones infantiles

Muchas de las canciones infantiles tradicionales no fueron creadas pensando en los niños, sino basadas en tragedias históricas o en costumbres poco civilizadas. La gran mayoría son anónimas simplemente porque surgieron de manera improvisada entre la gente. Aquí te presentamos algunos ejemplos.



1. Mambrú


John Churchill, duque de Marlborough es el personaje al que se le canta. Fue creada por los franceses para burlarse de la muerte del duque inglés luego de una de las tantas batallas que se dieron durante la guerra entre Francia e Inglaterra a inicios del siglo XVIII, sin saber que en realidad había sobrevivido. El nombre del duque se simplificó al hacerse popular también en España, cambiando a Mambrú. Aquí un extracto de la canción.

Mambrú se fue a la guerra,
¡qué dolor, qué dolor, qué pena!( o chibirín chibirín, pim pim)
Mambrú se fue a la guerra,
no sé cuando vendrá.
Do-re-mi, do-re-fa,(o jajaja, jajaja)
no sé cuando vendrá.

Vendrá para la Pascua,
¡qué dolor, qué dolor, qué guasa!
vendrá para la Pascua,
o por la Trinidad.
Do-re-mi, do-re-fa,
o por la Trinidad.

La Trinidad se acaba,
¡qué dolor, qué dolor, qué rabia!
la Trinidad se acaba
Mambrú no viene ya.
Do-re-mi, do-re-fa,
Mambrú no viene ya.





2. Trompita


La canción del elefante trompita es una manera de justificar el maltrato en los niños por muchos padres que relacionan la buena crianza con el castigo. Como si se quisiera hacer más ligera esta terrible realidad, se usa el diminutivo en exceso. Pero lo cierto es que, al compartirlas con los niños, se corre el riesgo de acostumbrarlos a estas situaciones de abuso como si fueran normales.

Yo tengo un elefante que se llama Trompita
que mueve sus orejas llamando a su mamita.
Y su mamá le dice: "Pórtate bien Trompita,
si no te voy a dar un tas tas en la colita".

3. Arroz con leche


Una canción no solo antigua, sino desfazada de los vientos de cambio que hace ya mucho tiempo que sacaron a la mujer de la cocina y le dieron opciones de trabajo y desarrollo personal. Cantarla refuerza roles en los niños que no ayudan a desarrollar en ellos el respeto de los derechos y la libertad de las mujeres de hacer algo distinto a tejer, bordar o cocinar.

Arroz con leche me quiero casar
con una señorita de la capital (o de portugal),
que sepa coser, que sepa bordar,
que sepa abrir la puerta para ir a pasear (o para jugar).
Con esta sí, con esta no, con esta señorita me caso yo.

4. Juguemos en el bosque


En Europa oriental no había un animal que más temiera el hombre que el lobo. Los ataques de estos animales, sobre todo en invierno, causaban terror en los habitantes de las aldeas. Muchas de sus víctimas fueron niños que se perdían en el bosque o que de manera irresponsable iban ahí a jugar.

Juguemos en el bosque mientras que el lobo está, lobo está...
¡lobo, qué estás haciendo!, etc...

5. London bridge (en inglés)


El origen más aceptado de esta canción se remonta a la invasión de Londres por los vikingos hace aproximadamente mil años, quienes incendiaron y destruyeron el puente de la ciudad. Cuesta creer que la destrucción de uno de los símbolos de Inglaterra les haya inspirado a sus habitantes una canción que probablemente empezó como un homenaje fúnebre y terminó como canción infantil.

Incluso la canción viene acompañada de una coreografía en la que los niños deben pasar por debajo de un puente hecho con los brazos de dos personas adultas. Al finalizar la canción, los brazos caen y atrapan a uno de los niños.

A continuación la primera estrofa, el resto se repite con ligeras variaciones recomendado diferentes materiales para reconstruir el puente.

London Bridge is falling down
Falling down, falling down
London Bridge is falling down
My fair lady

Debemos tener mucho cuidado con la música que ofrecemos a los niños. Es mejor  incluir canciones infantiles modernas en las actividades. Existen muchas de ellas que promueven valores de manera divertida.

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