¿Por que es tan fácil para un niño desenvolverse en internet?

Todo papá ve con asombro cómo sus hijos parecen relacionarse con aplicaciones, accesorios e internet como si fueran viejos amigos. Algo que resulta complejo para nosotros y que no nos a tomado tan poco tiempo entender y actualizar en nuestras vidas, resulta natural para ellos. ¿Por qué?


Etapa de esponja


La niñez es una etapa en la que el ser humano aprende y aprehende todo lo que puede; cuanto más absorba y domine mejores probabilidades tendrá de sobrevivir en un entorno en que esos estímulos, códigos y herramientas se utilizan. Es un mecanismo de sobrevivencia.

Lo vimos también en el caso de los celulares. Cuando su historia empezó con aquellos modelos conocidos como "ladrillos", los únicos usuarios eran profesionales con los suficientes recursos económicos como para pagarlos. Luego, vinieron las reducciones de tamaño, la ampliación de funciones y finalmente la explosión del iPhone, con lo que internet y móvil se fusionaron.

Es en este momento que los móviles pasaron a ser, ya no exclusividad de profesionales acaudalados, sino de todos, incluyendo a los jóvenes y cada vez más a los niños. El manejo del scroll, del touch screen, de la ubicación de funciones y hasta de la descarga de videos lo aprendieron con la misma facilidad con que nosotros lo hubiéramos hecho de haber nacido con ellos, tal como ha sucedido con internet.

Lo que cogimos a la mitad, ellos lo tomaron completo


Un importante porcentaje de personas que hoy son papás asistieron al nacimiento de internet cuando estaban terminando sus estudios escolares o universitarios, o incluso en sus primeros años de labor profesional. Todo aquello que se aprendió en las aulas tuvimos que adaptarlo a la nueva tendencia digital; un proceso lento.





En cambio, nuestro hijos nacieron con internet o cuando esta nueva forma de comunicación ya estaba internalizándose en la vida de la gente y se proyectaba a ser cada vez más influyente en ella, incluso en el área educativa. Es por eso que a los niños se les llama nativos digitales; internet es parte natural de su vida.

¿Recuerdas la caja boba?


Pero esta capacidad de adaptación no es exclusiva de las nuevas generaciones. Cuando nosotros eramos niños, ya hacia varios años que la televisión había aparecido y dominaba el mundo de las comunicaciones, su poder podía desde cambiar los hábitos de compra hasta tumbarse gobiernos.

Nosotros fuimos nativos televisivos. La televisión era parte natural de nuestras vidas, aunque no abarcaba tanto tiempo cómo hoy lo hacen las diferentes pantallas a través de las cuales nuestros hijos tienen acceso a internet.

Nueva tecnología, nuevas responsabilidades y cuidados


Nuestros padres vigilaban que no nos excediéramos en ver televisión más de dos horas al día, pero esto resulta ridículo hoy en día, cuando se recomienda no más de cuatro frente a cualquier pantalla.

Es necesario supervisar el uso de los accesorios tecnológicos en nuestros hijos, pues los riesgos que presentan en cuanto a daños en su salud, pero también peligros mayores, no son comparables con lo que podía ocasionar un televisor. Una pantalla, que además no era interactiva, era mucho más fácil de supervisar que cuatro o cinco.

La clave está en regular y no prohibir. Conversar con tus hijos de manera que entiendan los riesgos y sepan cómo evitarlos, que cuiden lo que suben a internet y a quién aceptan entre sus contactos. Y lo que es más importante, permite que tu hijo vea en ti alguien en quien confiar cuando tenga algún problema. La diferencia será vital.

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