El Niño Celoso

Cuando Diego tenía dos años y medio, el cuarto de juegos era su paraíso ideal.



Sabía muy bien que podía entrar en él cuando quisiera y siempre encontraría algo apasionante que hacer. También sabía que, con una sola llamada, mamá acudiría para echarse juntos en la alfombra y leerle un cuento tras otro, y luego jugar a armar un puente hasta que oscureciera. 


El baño era de él solito, nadie más se metía ahí con mamá para bañarse. La silla del lado angosto del comedor era suya, el departamento donde vivían con papá y mamá era todo suyo. Hasta que llegó Edgar...y nada volvió a ser igual.

Tal cual sucede en los mayores, los celos van acompañados de otros sentimientos, como el enojo y el miedo. El niño se siente amenazado cuando percibe que pierde los privilegios a los que estaba acostumbrado. 


Una de las situaciones más comunes son los celos entre hermanos, que se originan en la mayoría de los casos cuando nace el hermanito, cuando los padres favorecen más a uno que al otro, o cuando uno de ellos sufre de alguna enfermedad. 

Si se dan estas situaciones, el afecto, los cuidados, las atenciones y los regalos otorgados al otro hacen que el niño que no es el destinatario de todo esto se sienta desplazado y se enoje. Los sentimientos de rechazo entre hermanos, por lo natural, perduran en la edad adulta.


Para prevenirlo hay que tener en cuenta que, cuando haya necesidad de prodigarle cariño y cuidados especiales a alguno de los hijos, no se desatienda por ningún motivo a los otros. todos los hijos valen igual; se deben querer y tratar sin preferencias ni discriminaciones, sin importar su sexo, sus características físicas o sus preferencias por una actividad u otra. 


Los papás no debe alagar exageradamente las cualidades de uno de sus hijos y marginar a los demás. Tampoco es bueno hacer comparaciones, pues estas suelen ser nocivas para el desarrollo emocional. A los hijos se les demuestra el afecto con hechos y palabras, respetando y apoyando sus decisiones.

Si se logra reemplazar los celos por la armonía, se permitirá que los hermanos no vivan en constante competencia entre ellos, sino que se complementen en todos los aspectos de sus vidas. esta alianza les servirá de mucho para sobrellevar las crisis y retos que surgirán en el camino y que deberán enfrentar juntos para superarlos de la mejor manera.

Fotos: Lars Plougmann, Peques con Marcha, Bebe a Bordo

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