Representación o Dramatización de Canciones en el Jardín de Infancia


La canciones son las herramientas preferidas por los niños para satisfacer sus necesidades de expresión y socialización.
Es muy común -y especialmente agradable para los papás- ver a los niños demostrando un empeño muy especial a la hora de cantar. Muchos lo hacen incluso bailando, abrazándose espontáneamente con su compañerito de al lado o dando saltos de alegría. Precisamente por ello es que la programación educativa valora y usa este recurso en su aplicación para lograr los distintos objetivos del proceso formativo del niño. Una de las modalidades más difundidas es la dramatización de las canciones, debido a su fuerte carácter lúdico que la hace tan atractiva. Según el tipo de canciones, estas pueden dar lugar a juegos distintos:

Canciones totalmente dialogadas, en las que la caracterización de los personajes y la acción están sugeridas por el mismo diálogo. La acción descansa íntegramente sobre los personajes. Estas canciones, sin narrador, permiten un juego completo que se puede adornar con diversos ritmos y reiteraciones enriquecedoras.





Canciones totalmente narrativas, que permiten la actuación de un coro que desarrolla toda la canción bajo la forma de danza a la vez que sugieren una pantomima paralela, más o menos cambiante, con la actuación de los personajes. En realidad, el coro ejerce la función de narrador.

Canciones seriadas, que tengan un esquema sencillo en el cual se van sucediendo situaciones encadenadas en serie, cada una con una propuesta distinta, nueva pero parecida a la anterior. Así, se incita a mover sucesivamente las distintas partes del cuerpo o a realizar acciones diferentes como andar, correr, saltar, comer. Son excelente ocasión para el ejercicio de la psicomotricidad y de la creatividad.

Canciones dialogadas con narrador, en las que éste, al igual que en el cuento, se constituye en el hilo conductor de la acción, y el diálogo propicia la representación dramática de los personajes. En realidad, son como un cuento con narrador, sólo que con la presencia determinante de la música, que propicia la danza en la que se inserta la acción. El mantenimiento del ritmo en el desarrollo de la acción estimula el juego.

Foto: Andaina

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