La formación de la identidad en los bebés y niños de un Jardín puede empezar a estimularse desde muy pequeñitos, utilizando técnicas diferentes que atraigan su atención.
La colocación de espejos en aulas -y también en sus dormitorios!- es una manera interesante y colorida de hacerlo. Al mismo tiempo que desarrollas en el niño el descubrimiento de su propia imagen frente al espejo, también estarás decorando tu salón. Estos espejos deben ser grandes y su altura dependerá de la etapa de crecimiento del niño. Si es un bebé, deberá estar al ras del piso; si es para niños de menos de 1 año, pueden estar a una altura de unos veinte o treinta centímetros del piso (en caso de los que estan dejando la cuadrupedia) y de cuerpo entero para los mayorcitos (entre 2 a 5 años).
En todos los casos, los espejos se pueden decorar con escenas diversas (casitas, castillos, flores, el sol y las nubes, barquitos, etc) y paisajes. Pueden juntarse varios de diversas formas y a diferentes alturas. También es una buena idea adherir móviles con ventosas a los espejos, los cuales avivarán aun más la curiosidad del bebé.
Su ubicación en la habitación debe ser un lugar despejado y en el caso de las aulas del Jardín de Infancia, lejos de las áreas en las que se realizan actividades y juegos de
manera regular. Hay Jardines que disponen de aulas especialmente reservadas para espejos, o para talleres de danzas los cuales también serían un espacio ideal. Los materiales que puedes usar para su elaboración son madera, corrospun o alto impacto, cartón y cartulina. Existen pegamentos especiales para adherir con seguridad los espejos a la pared. Si los haces con madera y no los pegas directamente a la pared, se recomienda protegerlos con una capa de betún, cera incolora o barniz.
Frente al espejo, tú y tu niño pueden pasar un lindo momento, señalando su rostro, las partes de su cuerpo y haciendo gestos y movimientos que contribuyan a la toma de conciencia de su propia imagen. Con seguridad lograrás generar en él una fascinación total!
Foto: Life Way Stores, Little Flower
La colocación de espejos en aulas -y también en sus dormitorios!- es una manera interesante y colorida de hacerlo. Al mismo tiempo que desarrollas en el niño el descubrimiento de su propia imagen frente al espejo, también estarás decorando tu salón. Estos espejos deben ser grandes y su altura dependerá de la etapa de crecimiento del niño. Si es un bebé, deberá estar al ras del piso; si es para niños de menos de 1 año, pueden estar a una altura de unos veinte o treinta centímetros del piso (en caso de los que estan dejando la cuadrupedia) y de cuerpo entero para los mayorcitos (entre 2 a 5 años).
En todos los casos, los espejos se pueden decorar con escenas diversas (casitas, castillos, flores, el sol y las nubes, barquitos, etc) y paisajes. Pueden juntarse varios de diversas formas y a diferentes alturas. También es una buena idea adherir móviles con ventosas a los espejos, los cuales avivarán aun más la curiosidad del bebé.
manera regular. Hay Jardines que disponen de aulas especialmente reservadas para espejos, o para talleres de danzas los cuales también serían un espacio ideal. Los materiales que puedes usar para su elaboración son madera, corrospun o alto impacto, cartón y cartulina. Existen pegamentos especiales para adherir con seguridad los espejos a la pared. Si los haces con madera y no los pegas directamente a la pared, se recomienda protegerlos con una capa de betún, cera incolora o barniz.Frente al espejo, tú y tu niño pueden pasar un lindo momento, señalando su rostro, las partes de su cuerpo y haciendo gestos y movimientos que contribuyan a la toma de conciencia de su propia imagen. Con seguridad lograrás generar en él una fascinación total!
Foto: Life Way Stores, Little Flower
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