Quiero que mi hijo sea mejor que yo

Es lo que todos los papás y mamás sentimos, por lo que nos esforzamos y emocionamos con cada abrazo u ocurrencia de nuestros hijos.




Pero, ¿qué es ser mejor? Eso depende de cada uno de nosotros. Sabemos perfectamente cuáles son nuestros defectos y virtudes; los problemas que nos han causado los primeros y las alegrías que nos dieron las segundas. Sólo debemos hacer un alto en nuestras vidas, reflexionar sobre esto y hacer todo lo posible para no repetir errores propios y ajenos en la crianza de nuestros pequeños.

Promovamos en ellos valores de sana convivencia, el empeño, el disfrute de la vida y la mirada optimista en la adversidad. Conversemos con ellos y escuchémoslos. Dejemos que se equivoquen y que nos sorprendan equivocándonos.

Nosotros somos el molde sobre el cual se crean y hacen el suyo propio. No nos veamos como su espejo, sino como su referencia. Ellos tendrán sus propias pruebas de vida, como nosotros.





Llegará un momento en que habrás dado todo lo que pudiste. Deja entonces que él decida, respeta su decisión y acompáñalo en ella. Déjalo ser mejor que tú.

Imagen: Calzone

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