Cuentos infantiles para la alimentación de los niños: Alambrito

La inapetencia infantil puede deberse a querer llamar la atención, algún problema en casa, etc. Sin una alimentación equilibrada su desarrollo podría verse afectado. Hay muchas maneras de lograr que tu hijo coma bien, y los profesionales en los niños y la salud te indicarán como resolverlo. Si está inapetente consulta a un nutricionista o al pediatra.




Pero tú también puedes reforzar la correcta alimentación de tu hijo utilizando la magia de los cuentos infantiles. Mediante sus protagonistas envueltos en historias maravillosas, las enseñanzas pueden surtir mucho efecto. Para que tu hijo coma bien, te presentamos:

El cuento de Alambrito

Había una vez un niño que vivía feliz en el campo. Se llamaba Renato. Su casa estaba sobre una colina muy verde, llena de flores, árboles y animalitos que eran sus amigos.

Pero la mamá de Renato estaba muy preocupada: su hijo no quería comer su comida. No importaba que delicia le preparara, siempre se negaba a comer porque, según decía, quería jugar con su pelota, o porque la comida estaba fría, o porque no le gustaba su color. Renato siempre encontraba un pretexto para no comer.

Con el tiempo Renato adelgazó cada vez más y más. Mamá tuvo que ponerle tirantes a todos sus pantalones porque se les caían de las caderas y cada vez que se vestía con el uniforme de su colegio, parecía una bandera al salir al camino para ir a la escuela. Se puso tan delgado que en su salón todos sus amigos le decían Alambrito.

Un día que amaneció con mucho viento, Alambrito se levantó, vistió y salió al colegio. El viento arreciaba en el camino. Alambrito se aferraba fuertemente a su mochila, pero tropezó y cayó. Entonces el viento empujó su ropa, que se abrió como una vela de bote, y como si Alambrito fuera una cometa lo elevo alto, muy alto.





-Mamá, mamá! -gritaba Alambrito-.

Mamá, que estaba en la cocina, salió a ver por la ventana. Grande fue su asombro al ver a su hijo volando como una cometa, cada vez más lejos.

-Alambrito! Allá voy hijo, no te asustes!

Mamá salió corriendo de la casa. Con gran destreza, cogió una piedra del camino, le ató una cuerda y la lanzó al aire. La piedra se enredó en la pierna de alambrito y mamá lo bajó poco a poco, como quien baja una cometa.

Desde ese día Alambrito empezó a comer muy bien. Poco a poco sus mejillas volvieron a ser rosaditas y bonitas, sus brazos y piernas ya no se veían flacas como cañas y el viento nunca más lo hizo volar.

Imagen: Scenic Reflections

Comentarios

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  1. Anónimo5:55 p.m.

    Esta padre sigan subiendo informació como esta y van a tener una seguidora mas

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    1. Gracias!!. Si lo deseas escribe "cuentos para niños" en el buscador ubicado en la parte superior derecha del blog. Tenemos muchos más!

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  2. Anónimo3:28 p.m.

    bonito cuento

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  3. me gusto el cuento para motivar el consumo de los alimentos

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