Cuidando al hermanito: ¿responsabilidad o apoyo?

Cuando nuestros hijos se llevan una buena cantidad de años soñamos con dejar a los hermanos mayores cuidando a los pequeños al salir de casa, en el centro comercial o en el club. En caso de ser inevitable hacerlo, hay algunas cosas que debemos tener en cuenta.


Celos: lo primero que debemos dejar en claro es que la responsabilidad por los hermanitos no es de los hemanos mayores sino de los padres. En caso salgamos de casa y pase algo, el mayor no debe sentir que fue por su culpa. Tampoco se debe sentir obligado a hacerlo, pues puede culpar al menor por las cosas que deje de hacer al velar por él. Ambas situaciones generan celos y malogran la relación entre hermanos.

Pendiente: los padre pueden pedirle al mayor que les avise si algo pasa, que esté alerta, y que ayude, atienda y responda las dudas de su hermano. Pero no conminarlo ni advertirle que es de su entera responsabilidad.





Edad: la edad del hermano mayor debe ser la suficiente para que pueda manejar distintas situaciones imprevistas como apagones, emergencias, sismos, etc. Para cada una de ellas los padres debemos conversar y establecer con él las medidas que deben tomarse. Tampoco es recomendable dejar a bebés o niños muy pequeños al cuidado de los chicos, pues es necesario un mayor cuidado.

Mi muñeca: algunas niñas mayores pueden ver en sus hermanitos a una especie de muñeca de carne y hueso a la que quieren cambiar, darle la leche o arrullar. Hay que aclararles que son sus hermanitos, que hay cosas en las que pueden apoyar -siempre con un adulto al lado- y otras que no.

Discapacidad: si el hermanito tiene alguna discapacidad no se le debe delegar por ningún motivo al hermano mayor. Los cuidados que requieren son muy especializados y demasiada responsabilidad para un chico.

Frecuencia: es posible dejar a los hijos mayores al cuidado de sus hermanitos, pero sólo si es inevitable, si no hay otro adulto de confianza que lo pueda hacer y teniendo en cuenta todo lo mencionado.

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