El color de ojos del bebé recién nacido

Una de las primeras cosas que las nuevas mamás observan en sus bebés recién nacidos, además de sus manos, dedos, orejas o manchas en la piel, es el color de sus ojos.


Lo que debemos saber al hacerlo es que el color de los ojos del recién nacido aún no es el definitivo. Esto se debe a que el pigmento que se encuentra en los ojos por detrás del iris y le da color aún no termina de desarrollarse sino hasta el sexto mes de vida.

A esto se debe que en la mayoría de los bebés apenas venidos al mundo, los ojos tengan una tonalidad azulada. Este color irá cambiando, determinado por la herencia genética y con el estímulo de la luz solar.

Al igual que con el cabello, los colores oscuros (pardo, marrón) son el "color dominante" también en los ojos, por lo que son más comunes. Todo lo contrario sucede con los colores claros (azul, verde); conocidos como "colores recesivos" que se dan con menos frecuencia, lo que lo hace menos comunes.

Como consecuencia de estos factores en los seres humanos, cuando en una pareja uno de los padres tenga el color de ojos oscuros, por más que el otro tenga ojos claros lo más probable es que el bebé también los tenga oscuros.





El pigmento conocido como melanina es lo que tienen en común cabellos, ojos y piel. La melanina está presente en todas estas partes de nuestro cuerpo y su función principal es protegernos de los rayos ultravioleta del sol.

Como sucede con el vitiligo en la piel, una falla en la melanina de los ojos puede generar casos raros, como el albinismo ocular, por ejemplo.

La dosis definitiva del pigmento del iris en el bebé finalmente terminará de fijarse a los seis meses, estimulada principalmente por la radiación solar. Así que recién entonces podrás considerar el color que tengan sus ojos como el que lo acompañará por el resto de su vida.

A pesar de que falta mucho por explicar sobre cómo se logran los distintos colores de ojos en las personas, el factor principal es la proporción final de melanina en ellos y su combinación con otros elementos, como las variaciones de ciertos genes conocidas como "alelos" y que pueden ser dominantes o recesivos, como los colores.

Por ejemplo, una proporción alta de melanina producirá ojos de color marrón, café o castaño, mientras que con poca melanina se pueden obtener ojos verdes o azules; estos últimos a su vez también contendrán más alelos recesivos.

En cualquier caso, la mirada de un bebé siempre tendrá el mismo efecto maravillosamente encandilador en mamá, sin importar de qué color sean sus ojos. Con una sola mirada, cambiarán nuestras vidas para siempre.


Imagen: Big D2112 en Flickr.


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