La importancia de las maquetas escolares

Seguro que en el colegio de tu hijo ya habías visto a niños de otras aulas llevando orgullosos sus maquetas escolares, cada una más linda que la otra. Pero llegó el día en que le toca a tu hijo presentar la suya...¡y no sabes por dónde empezar!


A veces nos preguntamos cómo han podido hacerse unos trabajos tan maravillosos. Pero no se trata de confeccionar un proyecto de arquitectura ni nada parecido. Ten en cuenta que las profesoras no esperan que los niños presenten obras de arte  admirables en su primera tarea de maquetación.


La importancia de realizar maquetas

Antes de querer hacer la maqueta soñada, debemos comprender la finalidad que tiene este trabajo para el aprendizaje de tu hijo. Las maquetas son muy útiles para fijar conocimientos, permitiendo que el niño entienda mejor un tema, ya sea relacionado con el medio ambiente, la ciencia o la literatura infantil.

La maqueta permite que los conocimientos se capten a través de los cinco sentidos, ayudando a que se internalicen con gran facilidad en su mente.

A través de la maqueta, los niños plasman lo que imaginan y ven, experimentan la recreación de un concepto o reproducen figuras de revistas y láminas en tres dimensiones. Esto les desarrolla su percepción espacial, nociones de proporcionalidad y ubicación, comprensión de procesos, etc.


Hazlo fácil y será divertido

Es cierto que hacer una maqueta es una actividad más laboriosa que la mayoría de las tareas que hace tu hijo. Por eso, es necesario acompañarlo durante su desarrollo, sobre todo cuando lo hace por primera vez y su cabecita se llena de dudas.

Para no complicar más el asunto, utiliza materiales de fácil acceso para los niños, que les sean familiares en su uso diario.





Luego debemos conseguir estos materiales con anticipación. Para elegirlos, conversa primero con tu hijo del tema sobre el que tratará la maqueta. Luego, conoce las indicaciones de la maestra sobre qué se debe representar. Si se trata de un cuento, es posible que los niños sean los que elijan que parte les gustó más para representarla.


Materiales

Estos son algunos de los materiales que se pueden utilizar, y sus posibles usos:
  • Plastelina: puede servir para elaborar los personajes o para unir pedazos de madera.
  • Papel: para forrar, pintar las bases y otras superficies y dar un mejor acabado.
  • Cartón, cartulina: se utilizan para crear relieves como montañas, o casas.
  • Poliespan o tecnopor: especie de corcho blanco que tiene la ventaja de ser más ligero, pero a la vez difícil de adherirle cosas y más frágil. Las planchas se usan como bases (asegúrate que sean gruesas) y las esferas para las clásicas maquetas del sistema solar..
  • Palitos de helado: sirven como soporte. También para construir casitas, cercas, señales de tránsito, etc.
  • Mondadientes: como anclaje para las diversas estructuras que componen la maqueta. También para fijar los personajes a la base.
  • Tabla de madera o triplay: para el caso que se deba encajonar la maqueta.
  • Témperas.
  • Algodón: para rellenar y dar forma a animales, nubes, nieve, etc.
  • Cola sintética, silicona, cinta de embalaje.

Poco a poco

El secreto está en hacer las cosas con tiempo. No esperes el último momento para decidirte por lo primero que les pase por la cabeza, para luego salir corriendo a conseguir los materiales.

Hazlo poco a poco. Si programas junto con tu hijo la tarea para varios días, será divertido para ambos. Un día dedíquenlo a conversar sobre qué representar; otro día o días a conseguir los materiales y los demás a construir el proyecto.

Sin embargo, algunas veces se piden las tareas de un día para otro. Más allá de la molestia que esto pueda causar, una solución puede ser utilizar los materiales reciclables que tengas en casa. Esto te ahorrará mucho tiempo.

Lo que no te recomendamos es acudir a los constructores de maquetas a pedido, que abundan en la red. Es lo más fácil, pero no es lo mejor. Tu hijo perdería una gran oportunidad de mejorar su aprendizaje y el mensaje de "mejor que lo hagan otros" no es muy valioso, que digamos.

El orgullo que se pintará en el rostro de tu hijo con algo hecho por él mismo, no tiene precio.


Imagen: Cara Courage en Flickr.


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