Trauma tras un terremoto: como evitarlo en los niños

Los niños aprenden a vivir con una serie de hábitos y costumbres que establecen su rutina cotidiana, pero cuando eventos tan impresionantes como los sismos ocurren, nuestra actitud y reacciones como padres definirán la conducta y temores de nuestros hijos cada vez que se repitan.


Es necesario por eso esforzarse por mantener la calma, aprender a tomar decisiones y soluciones rápidas, y sobre todo a evitar que el terremoto haga de nuestros hijos personas temerosas que no sepan reaccionar adecuadamente de adultos frente a estos fenómenos geológicos.

Para mantener la calma en nuestros hijos durante un sismo es necesario seguir, además de las indicaciones de los sistemas de defensa civil y las campañas de concientización ciudadana, algunas recomendaciones adicionales:


Antes del sismo
  • Ensaya con tu familia lo que harán cuando haya un temblor en casa. Adelántale a tu hijo que escuchará ruidos de vidrios rotos o muebles durante el sismo. Trata de graficarle de manera tranquila lo que se vive en un sismo, así todo esto no lo tomará por sorpresa.
  • Selecciona y observa videos de internet sobre sismos con él. Explícale qué reacciones de la gente están bien y cuáles no. Responde todas sus preguntas.
  • Comparte con él las indicaciones de Defensa Civil sobre qué hacer en caso de sismo.
  • Como todas las emociones y sentimientos, en los niños el miedo es puro y muy intenso. Es necesario entender por eso la profunda angustia que sienten. Para mitigar este sentimiento la información es vital.
  • Habla con tu hijo sobre los temblores, explícale que por más fuertes que sean, siempre terminan.

Durante el sismo
  • No corras ni jales a tu hijo.
  • Si estás en un primer piso, sal al exterior.
  • Si estás en un edificio, espera con tranquilidad y en zonas de seguridad que termine el temblor y luego baja.
  • Abraza a tu hijo. Una familia abrazada es el mejor refugio emocional contra el miedo y la inseguridad.
  • Controla tus emociones y gestos. Si sientes angustia o te lamentas, el efecto en tus hijos será mucho más intenso. Él necesita saber que en medio de todo ese caos, sus padres siguen siendo su seguridad y protección.
  • No lo increpes ni grites. No intentes bajar las escaleras y menos por el ascensor en pleno movimiento.





Después del sismo
  • Al pasar el temblor el peligro físico es reemplazado por una gran necesidad de afecto en nuestros hijos. No los descuides.
  • Coméntale también sobre las réplicas, temblores más pequeños y lo normal luego de un sismo fuerte.
  • Siempre debes mantenerte dispuesto a escucharlo, escucharlo y escucharlo. La libre expresión de sus sentimientos sobre el sismo es fundamental para que asimile este hecho de la mejor manera. Explícale las cosas de la manera más sencilla.
  • Luego de un sismo fuerte se pueden dar regresiones en los niños, como chuparse los dedos de nuevo, orinarse en la cama o no querer dormir solos. Es necesario ejercer flexibilidad pero también firmeza en estos casos. La mejor manera de ayudar  a nuestros hijos a superar esto no es castigarlos ni regañarlos, sino brindarles sentimientos de seguridad, mucho afecto y aceptación. Si los efectos fueran más profundos, entonces es mejor buscar ayuda psicológica.

Conociendo lo impredecible que son los sismos, estas recomendaciones no pretenden eliminar pero si reducir los efectos psicológicos que podrían marcar a tu hijo para toda la vida. Al final, dependerá en gran medida de nuestra actitud.


Imagen: Photosawy en Flickr.


Comentarios