Halloween con responsabilidad: cinco errores que cometemos los padres

Los profundos cambios que ha sufrido la "celebración" del Halloween en el mundo lo han convertido en una fiesta cuyo motivo es difícil de definir. Para los niños, sin embargo, basta con saber que es una fiesta de dulces y miedo y los papás debemos velar por el cuidado de su seguridad, salud y tranquilidad, sin caer en excesos.


Fiesta de calorías

Celebrar Halloween a veces nos provoca dar concesiones poco saludables a nuestros hijos. los dulces y golosinas de ahora no son como los de antes. Los niveles de azúcar han aumentado en ellos, las gelatinas ya no están elaboradas con los mismos ingredientes, así como muchos chocolates son "sabor a chocolate", los jugos tienen (aunque no se sabe cuánto) "esencia" de fruta, mientras los controles sanitarios permiten que los niños consuman en algunos países lo que en otros prohíben.

Por eso, es necesario tomar conciencia de cómo la importancia que tienen los dulces en Halloween hace de esta fiesta un reforzamiento de las golosinas en la vida de los niños. Sin embargo, como siempre hemos recomendado, la respuesta tampoco está en la prohibición sino en la regulación.

Es difícil no cabe duda, sobre todo teniendo que luchar contra los gigantescos escaparates y mostradores de las tiendas y supermercados que muestran las más hermosas y llamativas opciones para los niños. Secciones enteras de estos establecimientos y en muchos casos el negocio entero están decorados para Halloween. una vez dentro, es imposible escapar de su embrujo.

Además, antes de ir a la tienda ten en cuenta que tu hijo también pedirá golosinas en el vecindario, le regalarán en el jardín y hasta en las reuniones familiares. Una buena idea es recurrir a recetas de Halloween para hacer en casa o de lo contrario, de regreso a casa, raciona en el tiempo el consumo de las golosinas obtenidas por tu hijo; no permitas que su tarde de fantasía termine con problemas estomacales que le malogren la experiencia.

Disfraces vemos, corazones no sabemos

La seguridad también es muy importante en Halloween. Muchas personas pueden aprovechar estas fiestas para ocultarse y cometer delitos como robos de casas o a personas, ocultos bajo un disfraz.. Se conocen de muchos casos de familias que han encontrado sus casas de cabeza al regresar de una reunión o de ladrones que acosan a grupos de niños solos cuyos padres se confiaron por vivir en un vecindario "tranquilo".

La seguridad también incluye a las famosas calabazas. En Halloween muchas grandes ciudades sufren uno de los días más agitados en cuanto a incendios, provocados por una vela que se dejó encendida en la mesa o dentro de la calabaza.

En el caso de los delincuentes, se recomienda siempre que uno o más adultos acompañen a lo niños a pedir "dulce o truco", dejar la casa bien asegurada y las luces encendidas en caso de salir a una reunión y evitar los lugares donde haya mucha gente.

Organiza bien con tus amigos y vecinos quienes van a salir con los niños, que disfraces tendrán, contraseña para reconocerse, etcétera.

Debemos también estar informados de las precauciones que siempre se toman para evitar incendios y hablar sobre ellas con nuestros hijos. No debemos dejarlos jugar con fósforos ni velas ni dejarlos solos en casa con ellas por ningún motivo.

Tóxico truco

El Halloween también es una fecha donde la venta de productos tóxicos es de espanto. Los hay de todos  los tipos, desde máscaras terroríficas hasta dulces fosforescentes. Los niños solo reciben los dulces y no pueden diferenciar entre una golosinas tóxica y una que no lo es. Tampoco diferencian un disfraz de buen material de uno pintado con químicos peligrosos, plomo y otras sustancias.





Nos corresponde a los padres tomar las medidas de protección del caso. Una alternativas es la compra de estos productos en tiendas de garantía. Pero una mejor idea es la de crear disfraces caseros sencillos. Es más probable que con un disfraz hecho en casa tu hijo nunca se cruce con uno igualito al suyo en la calle, como le podría pasar si le compras uno de Spiderman o de cualquier otro superhéroe. De paso estarás evitándole el riesgo de intoxicarse o hasta de un brote alérgico en su piel a causa de ello.

Lo mismo se aplica en el caso de las golosinas y es una razón más, además de los preservantes y saborizantes autorizados, para preferir lo hecho en la cocina de nuestro propio hogar antes que la gran cantidad de maravillas con figuras y consistencias muy atractivas para los niños, pero que no son necesariamente lo mejor para su salud.

Disfraz de hawaiana.... ¿en otoño?

En muchos países el Halloween coincide con el otoño o la primavera. En ambos casos, se presentan vientos y las temperaturas varían mucho mientras se estabiliza el clima. Más aun hoy, que el cambio climático ha hecho menos predecibles los días, que suelen ser más cálidos o fríos de lo esperado para las fechas. Recuerda que los chicos estarán paseando por el vecindario durante la tarde, que es cuando se da el cambio de temperatura más pronunciado y ventoso.

Es necesario entonces tener mucho cuidado a la hora de elegir con tu hijo de qué se disfrazará y sobre todo de qué material estará hecho ese disfraz. Los materiales sintéticos son los más comunes y económicos pero los menos recomendados, porque si hace calor este se convertirá en insoportable para tu hijo, y si hace frío no lo abrigará. Considera por eso de preferencia los disfraces de algodón, que tengas la suficiente cantidad de prendas y abrigo de acuerdo al clima y que lleve una chompa o casaca por si la necesita después; estos accesorios también pueden ser llevados en una mochila por los adultos que los acompañen.

Por más linda que se vea tu hija en ese disfraz de campanilla, ¡abrígala! o si tu hijo se ve igualito que Hulk en ese disfraz lleno de almohadones, puedes dejarlo así para la foto y luego le dices que en vez de cojines, mejor lo llene de mucha alegría.... y algunos dulces.

No lo aterrorices, eso no es divertido

Muchos papas pensamos que Halloween está hecho para aterrorizar a los niños. Pero recuerda que cada niño es diferente y algunos pueden manejar el susto mejor que otros. Lo vemos siempre en las fiestas de cumpleaños, cuando algunos pequeños no se quieren acercar para nada al payaso, mientras que otros se dedican a jalarle la peluca.

Lamentablemente en muchos lugares se llega al extremo de organizar maratones de miedo en casa poniendo películas de terror no aptas, o peor aun, supuestamente aptas para menores. Las huellas de un susto son difíciles de borrar y quedan marcadas para siempre en sus vidas. no juguemos con eso.

Será inevitable claro que vea disfraces sangrientos y caras horribles durante Halloween, pero nada que no se pueda resolver conversando con ellos sobre los disfraces, las calabazas iluminadas, bromas como arañas de plástico que parecen reales y miles de productos más que suelen resultar desagradables para la mayoría de los niños.

Asustar a los niños también se justifica en la idea de que eso les ayuda a ser más fuertes. Eso dependerá mucho de la personalidad del niño y si no medimos lo que hacemos podríamos generarle una aversión o trauma que hará definitivamente tímido y asustadizo o agresivo y violento.

Dirás que todo esto es una exageración para un día al año. Te invitamos a recordar las cosas que más te marcaron de niño y casi con seguridad una de ellas será un susto, una imagen de terror o cualquier otra cosa parecida. No tuvo que sucederte más de una vez pero ahí está, veinte o treinta años después. No podemos evitar que esto suceda con nuestros hijos, pero si limitarlo si tenemos la voluntad y el convencimiento de que debemos hacerlo.

Teniendo en cuenta estas pautas podemos disfrutar del Halloween con nuestros hijos como una fiesta de la imaginación y la fantasía, de una manera responsable y velando por su bienestar.



Imagen: Wikimedia.

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