Señales de que tu hijo sufre acoso o bullying escolar

El acoso escolar o bullying es un problema que muchos niños llevan en silencio, ya sea por vergüenza o temor. Pero tú puedes evitarle este terrible trance a tu hijo si sabes reconocer a tiempo algunos de sus principales síntomas.


Está callado en casa


Si tu hijo regresa callado de la escuela, cuando generalmente saltaba a tus brazos y no paraba de comentarte sobre las maravillas que hizo y vio en su colegio, es una clara señal de que algo está pasando en el centro educativo.

Es más, cuando le preguntas por que está así o qué le sucede, se mantiene en silencio o se va a su habitación a llorar.

No quiere ir a la escuela


Últimamente tu hijo repite una y otra vez que no le gusta la escuela, se despierta con desgano por las mañanas y te busca para abrazarte fuerte antes de salir rumbo al colegio. Entonces, hay grandes posibilidades de que sufra de acoso escolar.

Sus calificaciones bajan


Los niños que sufren de bullying o acoso escolar muestran una baja importante en su rendimiento, reflejan un profundo desinterés por sus horarios y deberes en casa, por tener al día sus cuadernos, por hacer sus tareas escolares y por ordenar su cuarto.





Las preocupaciones de un niño acosado en clase son tan grandes que no puede fijar su atención en otras cosa.

No tiene apetito


Cuando la depresión y el sufrimiento de tus hijos es más evidente es cuando se pasa mucho tiempo frente a su plato de comida sin probar un bocado.


Qué hacer si sospecho que mi hijo sufre de acoso escolar


Si sospechas que tu hijo es acosado y molestado en la escuela, esto es lo que debes hacer de inmediato:

  • Coordinar una reunión con su profesora. Si no estás satisfecha con el resultado con la coordinadora en incluso con la directora del colegio. A veces esto es necesario, ya que en muchos colegios se prefiere pasar estas cosas por agua tibia. Si no hay resultados, retira tu hijo de ese colegio.
  • Brindar todo tu apoyo, cariño y compresión a tu hijo.
  • Hablar con los demás miembros de la familia para que apoyen en hacer sentir bien a tu hijo.
  • Si sabes qué niños son los que molestan a tu hijo, habla con sus padres. Aquí las maneras son muy importantes, no pierdas el control. Demuestra que estas realmente preocupada y que buscas su ayuda, no su culpa.
  • Concerta una cita con algún terapista psicológico. Es probable que se requiera la participación de  toda la familia e incluso del niño agresor y su familia. El especilista te guiará en esto.

El incremento del bullying en los últimos años se debe en gran parte a las redes sociales, pero también a que los padres de familia no están preparados para lidiar con ello. Por eso, es importante que estés siempre atenta a cualquier señal que tu hijo pueda darte, así evitarás daños mayores en su vida y desarrollo.

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