Existe una infinidad de consejos para padres de familia sobre la mejor manera de criar a sus hijos. Pero de entre todos ellos, hemos querido destacar cinco que pueden ser utilizados como punto de partida, dentro de los cuales podrás incluir todos los demás.
1. En el 99.99% de los casos, aprenderá de tu ejemplo
A tu hijo puedes explicarle de la manera más didáctica imaginable las razones por las que es mejor que actúe o piense de una manera, pero si no ve que tu aplicas lo que dices, simplemente no lo aprenderá.
A una edad en que absorbe todo lo que le rodea, desde sensaciones hasta experiencias, es imposible que un niño aprenda las cosas solo escuchándolas. Es necesario ver cómo se es en la realidad. Y la primera persona que imitará serás tú.
2. Cuídate de repetir las frases de tu mamá en tus hijos
Hay frases que escuchamos de mamá o papá tantas veces, que sin saberlo se hacen parte de nosotros. Nunca las dijimos, hasta que nos convertimos en padres de familia. Entonces, estas primeras referencias sobre crianza aparecen de la nada y nos aferramos a ellas, aunque no todas sean eficaces (en realidad, pocas lo son).
Un bonito ejercicio sería que trates de identificar aquellas frases, para luego cuestionar su utilidad en la crianza de tus hijos. Clásicos como "si no comes todo tu plato voy a llamar a tu padre", "¡porque soy tu madre!", "Diosito se va a enojar", son algunos ejemplos, ¡entre otros muchos que no podemos reproducir aquí!
3. Ni obligar ni desalentar
Aunque esto nos deja en un punto medio bastante difícil de identificar, lo mejor es tender hacia él. Cada vez que tu hijo no quiera llevar algún curso o taller, lo peor que podrías hacer es obligarlo. Utiliza más bien todas las herramientas de persuasión (civilizadas) que tengas a tu alcance y hazlo sin mostrar ansiedad ni enojo, pues podrías provocar que tu hijo relacione aquello que tanto quieres que haga con un mal rato; terminará odiándolo.
Por otro lado, las mamás a veces pecamos de protectoras. Cuando nuestro hijo viene del colegio con la "loca" idea de querer ser policía, o de llevar un curso de karate, lo peor que le podemos responder es que a los policías les pagan poco, o que en el karate te puedes lastimar.
En resumen, antes que la obligación la persuasión; antes que el desaliento, la motivación.
4. Haz que se sienta percibido
¿Has notado cómo tu hijo te abraza con fuerza de las piernas cuando te vas al trabajo, cuántas veces te ha dado un regalito hecho de papel con un mensaje de amor en él o las muchas veces que te ha llamado desde su cuarto, donde acababa de dejar al hombre araña, a Hulk y a Max Steel en perfecto equilibrio sobre su repisa?
Pues todas estas no son más que señales de lo mucho que tu hijo necesita sentirse percibido por ti, que es parte de tu vida, que lo atiendes, lo comprendes y lo sintonizas.
Por eso, la próxima vez que haga cualquiera de estas cosas, no te apresures a apartarlo diciéndole que se hace tarde, o que estás cansada o que ya viste ese truco varias veces. Ese minuto de atención que le des hará una gran diferencia en su vida.
5. Todo en orden
Hoy en día, los niños reciben muchos más estímulos que antes. Esto, sumado a los deberes, a los amigos y a otras actividades, puede convertirse en una gran frustración cuando no se les inculca el sentido del orden en sus vidas.
Con esto no te queremos decir que dividan su dormitorio en sectores ni que se vuelvan maniáticos de la limpieza. Solo basta con que separen un momento y un lugar para cada cosa. Esto le permitirá disfrutar más y perderse menos cosas de la vida.
Con estas pautas estamos seguros que podrás dedicarte a la crianza de tus hijos con menos ansiedades y más satisfacciones.
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